domingo, 24 de febrero de 2013

fin de la infancia

"Relaciono el fin de mi infancia con el recuerdo de viajar en el asiento trasero del auto de papá un día cualquiera, después del colegio, y darme cuenta como si me hubiera partido un rayo, de que estaba sola y estaría para siempre sola en mi propio cuerpo. (...) En un instante comprendí aterrada que nunca nadie estaría dentro de mí, sentiría lo que yo sentís, escucharía mis pensamientos más recónditos. No me podía cambiar por otra persona ni ser otra cosa (...). Jamás podría ver de frente mi propia cara, sino a través de los espejos. Anduve desconcertada varios días por la enormidad de mi descubrimiento, anonadada por el azar que me llevó a nacer donde nací, pensando en la arbitrariedad que me había hecho entrar al mundo por la puerta grande, en lugar de ser una de las flaquitas y harapientas(...)."

Belli, Gioconda. El país bajo mi piel.

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