jueves, 4 de abril de 2013

Una escupida de mis días

Escribo esto porque a mi una vez me dijeron que no deje de soñar. Una vez, me hicieron creer en mis sueños. Creer que podía llegar a hacer lo que quisiera. Una vez también me abrazaron con fuerza y me dijeron que me querían. Y una vez también me dijeron: "gracias". Probablemente haya sido más de una vez, y yo no quiera responsabilizarme de haberlo olvidado todo este tiempo.

Dónde estaba mi amor a lo comunitario? Mi conciencia de comunidad?
Dónde estaban mis referentes? Los perdí en el camino... Creyendo que simpleza era sinónimo de desinterés, quizás porque algunos otros lo vivan así. Pero mi simpleza quiere decisiones rápidas y soluciones, el primero para los problemas que no son problemas y el segundo para los que sí.

En medio de tanta tragedia, es imposible quedarse de brazos cruzados. Ya no quiero temer más  a la risa, si siempre fuí una convencida, por qué no ahora? Si voy a ser valiente o no con la Vida, me lo estoy jugando a cada momento. Tanta sensibilidad y susceptibilidad son señales... que hacen resurgir desde lo más hondo las convicciones que algún día tuve a flor de piel y hoy se encuentran enterradas en algún agujero del alma. Triste que una cosa se lleve a la otra, siempre quise abarcar lo máximo posible. Es que estoy acá para vivir, sí, también quiero vivir con él, pero él nunca me va a entender. "Que la fisura sea cuando se tenga que fisurar": si así llego a vos entonces que así sea. "Tu mundo se reduce a lo que vos jugás". Me enamoré. Y a este mundo jodido ya le sale pus.

Basta de llenar la boca hablando por hablar, y de vivir en un raviol también. Que salga de la boca de ella, con quien no comparto casi ninguna convicción política, me tocó el peor lugar. Porque tiene razón. Poniendo el corazón en lo colectivo las alegrías se multiplican. En el momento de la felicidad será grande. Mientras tanto, manos a la obra... Tengo un por qué para existir, estoy en Búsqueda constante, pero seguramente ese por qué también tiene momentos concientes y en los que hay que poner fuerza. Mis ovarios luchando, mi mamá sonriendo, mis tías en la villa, mis amigos en la calle, y yo entre cuatro paredes?

Sentir, convencerse, y abrazar la causa llevando la bandera en el alma.

Me dolió negarte. Me dolió estar tan lejos esta pascua. Me duele empezar y nunca terminar. Me cuesta el proceso enooooorme de discernimiento, de cuál es mi realidad. Estirando, estirando, mi soga no se va a cortar.

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